Dolores Sopeña
Nació en Almería, España, en el año 1848 y murió en Madrid en 1918, con fama de santidad, puesto que fue una incansable evangelizadora de los sectores sociales más necesitados, distinguiéndose por su gran fe, confianza y profunda unión con Dios y su ardiente caridad apostólica para extender el Reino de Dios por todo el mundo. Rompe barreras infranqueables y construye relaciones fraternas organizando un laicado comprometido en la promoción y evangelización del mundo del trabajo, extendiéndose hoy su Obra a España, Italia e Hispanoamérica. Dolores fue una persona de gran sensibilidad y generosidad que supo responder a la exigencia que Dios le solicitó, llegar al corazón de cada persona que se cruzara en su camino, a objeto de tenderle una mano y crear las condiciones para que viviera según su dignidad de hijo e hija de Dios. Su modo comprometido de vivir y responder a las necesidades de su entorno hace de ella un modelo de vida cristiana, reconocido por la Iglesia desde su Beatificación en Roma por el Papa Juan Pablo ll, el día 23 de Marzo de 2003. Una vida para los demás: Igual que Jesús, Dolores Sopeña y su Obra vive “para los demás”. Nuestra razón de ser es Evangelizar: dar a conocer a Dios como Padre, vivir con la dignidad propia de hijos e hijas de Dios, brindando ambientes que favorezcan el desarrollo integral y la dignificación de todos los que reciben nuestros servicios. Unos ojos que miran el mundo con ternura: Dolores Sopeña vio lo que pocos veían, un mundo fragmentado y sufriente, personas ,cuyos derechos eran conculcados, hombres y mujeres que no conocían el rostro amable de Dios. Por eso nos urge construir fraternidad, trabajar por la dignidad de las personas, por su promoción y desarrollo integral.

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